Apartamentos y casas rurales en Bielsa

¿Te gustaría reservar un apartamento vacacional en Bielsa para disfrutar de los bellos parajes naturales de la zona y de la amplia oferta de actividades que ofrece? En Holidu disponemos de un amplio abanico de apartamentos con mucho encanto. Con los elementos arquitectónicos típicos de la zona, decorados con estilo rústico y equipados con todo lo necesario para que tu estancia sea lo más cómoda posible. Con la posibilidad de elegir entre numerosos servicios adicionales como terraza, jardín, aparcamiento, Internet, calefacción, etc. De esta forma, podrás disfrutar de un apartamento vacacional en Bielsa completamente adaptado a tus necesidades.

Situada en la comarca de Sobrarbe, al norte de la provincia de Huesca, Bielsa es una encantadora localidad rural de apenas 500 habitantes que se encuentra en el valle del mismo nombre. Además, parte de su territorio se extiende sobre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Monumento Nacional de los Glaciares Pirenaicos, en la confluencia de los ríos Cinca y Barrosa. Un destino ideal tanto para los amantes del turismo en la naturaleza como de los deportes de invierno. ¿A qué estás esperando para reservar tu casa rural en Bielsa?

El municipio de Bielsa está formado por los núcleos de Bielsa, Javierre, Espierba, Parzán y Chisagüés, y limita con los municipios de Fanlo, Puértolas, Tella-Sin y Gistaín. Su casco histórico es de una belleza singular, con casas rurales de arquitectura montañesa y bellísimas joyas monumentales como la ermita de Nuestra Señora de la Pineta. Todo ello rodeado de picos escarpados, hermosas cascadas, bosques de cuento y el eterno manto blanco que cubre sus cimas. Si quieres conocer estos lugares en primera persona, reserva hoy mismo tu apartamento vacacional en Bielsa.

Los parajes del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Cañón de Añisclo y Gargantas de Escuaín, el Parque Natural Posets-Maladeta, El Parque Natural de los Cañones de Guara y el Parque Nacional de los Pirineos Franceses constituyen el escenario ideal para la práctica de multitud de actividades de turismo activo. Rutas de senderismo y BTT como las de la cascada del Cinca o del lago Marboré, y barranquismo y descenso de cañones por los cursos fluviales, entre otras.

Bielsa es un excelente destino para aquellos que disfrutan con los deportes de invierno, ya que las estaciones de esquí de Piau Engaly, en Aragnouet y Saint Lary se encuentran muy cerca de la localidad, en la región francesa de Mediodía Pirineos. Una de las principales ventajas de esquiar en el Pirineo francés es que la mayor parte de las estaciones no están muy saturadas. Y es que los franceses, por lo general, prefieren las pistas de los Alpes. Allí, además de esquiar, podrás practicar otras actividades como snowboard o raquetas de nieve.

El Museo Etnológico de Bielsa recorre la historia y la cultura del valle desde sus orígenes hasta nuestros días. Una impresionante cantidad de documentos, imágenes y armamento tanto de épocas pasadas como de otras más recientes, como la Guerra Civil. Un acontecimiento que marcó un antes y un después en la evolución de la localidad. Una interesante propuesta para profundizar más en la historia de la zona.

A pesar de su pequeño tamaño, Bielsa cuenta con una impresionante riqueza monumental. Además del Museo Etnológico, durante tu estancia en la localidad podrás visitar la iglesia del siglo XV, la Plaza Mayor, el Ayuntamiento de estilo renacentista y la ermita de la Virgen de la Pineta. Todo ello rodeado de paisajes de increíble belleza.

Los amantes del vino y de la buena mesa disfrutarán visitando las bodegas, almazaras y queserías de la Ruta del Vino de Somontano, a sólo 77 km de Bielsa. En cada parada podrás realizar un recorrido por las instalaciones y conocer el proceso de elaboración de los vinos, quesos y aceites y las curiosas anécdotas que las rodean. Al terminar, podrás degustar los diferentes productos mientras el guía va comentando todo lo que necesitas saber para disfrutar aún más de la cata.

Bielsa es famosa en la zona por la celebración de sus divertidos carnavales, uno de los más antiguos de España. Tienen lugar en el mes de febrero y duran tres días. Los jóvenes se disfrazan de trangas con pieles de carnero y cuernos, y hacen sonar la esquila y empuñan la vara para asustar a los más pequeños. Por su parte, las mandamas se visten de blanco y van con la cara tapada. Además a los visitantes se les ofrece melocotón con vino y tortas.