Suite luminosa y recientemente renovada con una enorme terraza panorámica y un porche común utilizado como zona de comedor.


Situada en la quinta planta de un edificio con ascensor, esta suite amueblada de forma sencilla y moderna cuenta con una cama doble, un sofá cama doble y un cuarto de baño privado totalmente equipado con ducha. La habitación también da acceso a un pequeño balcón con vistas a la ciudad.

El alojamiento se completa con TV, aire acondicionado y conexión Wi-Fi gratuita.


Los huéspedes tienen acceso a un porche común con zona de comedor donde pueden disfrutar del desayuno y la comida para llevar, con una gran terraza panorámica con vistas a Nápoles.

Muy bien equipado, ofrece a los huéspedes mesas con sillas, frigorífico, hervidor de agua, cafetera y vajilla variada.


*En el mismo edificio hay otras dos suites con 2 camas cada una. Para más información, no dude en ponerse en contacto con nosotros.


También ofrecemos a nuestros huéspedes auténticas experiencias de vida en contacto con los lugareños. Si está interesado, póngase en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarle a crear sus vacaciones perfectas descubriendo la belleza de Italia.


Fundada en el siglo VIII a.C., Nápoles fue una de las ciudades más importantes de la Magna Grecia y ejerció una considerable influencia comercial, cultural y religiosa sobre las poblaciones itálicas circundantes. Tras el colapso del Imperio Romano, en el siglo VIII, la ciudad formó un ducado autónomo independiente del Imperio Bizantino; más tarde, a partir del siglo XIII y durante unos seiscientos años, fue la capital del Reino de Nápoles, y después se convirtió en la capital del Reino de las Dos Sicilias bajo los Borbones hasta la Unificación de Italia.

Sede de la Federico II, la universidad pública más antigua de Europa, también alberga la Orientale, la universidad de estudios sinológicos y orientales más antigua del continente. Cuna de la lengua napolitana, Nápoles ha desempeñado y sigue desempeñando un importante papel en numerosos campos del saber y la cultura. Nápoles es también la cuna de las artes figurativas: aquí nacieron movimientos arquitectónicos y pictóricos originales, como el caravaggismo, la escuela de Posillipo y el Art Nouveau napolitano, así como artes menores pero de importancia internacional, como la porcelana de Capodimonte y el belén napolitano.

Es el origen de una forma distintiva de teatro y de una tradición culinaria característica que incluye alimentos que se han convertido en iconos mundiales, como la pizza napolitana: en concreto, el arte de sus pizzeros ha sido declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO.

En 1995, el centro histórico de Nápoles fue reconocido por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad por sus excepcionales monumentos, testimonio de la sucesión de culturas del Mediterráneo y Europa.


La estación central de ferrocarril está a 15 minutos a pie, mientras que al aeropuerto Capodichino de Nápoles se llega en unos 20 minutos en coche.