Escondida en un encantador valle boscoso, esta tradicional casa alpina constituye un maravilloso refugio desde finales de marzo hasta finales de octubre. La casa está en una pequeña aldea, rodeada de naturaleza, pero a sólo 25 minutos del centro de Lugano.

En las afueras del pueblo, se puede llegar a pie a la casa, con capacidad para 5 personas. La puerta de entrada da paso a un espacioso salón con frescos suelos de baldosas y una escalera de madera que conduce a los dormitorios. El salón está dividido en dos mitades. Por un lado, la zona de estar está amueblada con 2 sofás, una chimenea y una Smart TV. La cocina/comedor está al otro lado de la escalera. La cocina está bien equipada con vitrocerámica, horno, lavavajillas, nevera-congelador, tostadora, raclette y una máquina Nespresso. Hay una mesa de comedor para comidas acogedoras.

Hay un jardín privado con preciosas vistas al valle. Hay sillas de jardín disponibles para que los huéspedes puedan relajarse y disfrutar del pintoresco entorno.

Para dormir
Dormitorio 1: Arriba, bajo el alero de madera, se encuentra el encantador dormitorio principal con cama de matrimonio y armario.
Dormitorio 2: La segunda habitación tiene una cama de matrimonio de tamaño francés y una litera, con un armario y un tocador/espacio de trabajo apto para ordenador portátil.

Cuarto de baño
El moderno cuarto de baño dispone de ducha, lavabo e inodoro.

Adicional
- Dispositivo Wifi portátil gratuito - Smart TV - Chimenea - Calefacción por suelo radiante - Jardín privado - Balcón - Secador de pelo - Se admiten mascotas medianas, se debe concertar con antelación - Aparcamiento público, se recomienda un coche. Normalmente se puede reservar una plaza de aparcamiento con antelación en el pueblo a un coste de 10,00 CHF/día. A pagar in situ.

Localización
A esta tranquila casa de pueblo se llega a pie, ya que las calles son demasiado estrechas para los coches. Es la combinación perfecta de una ubicación tranquila a poca distancia de la animación de la ciudad. La zona es conocida por sus alimentos artesanales. Una caminata por los hermosos prados y bosques alpinos suele verse recompensada con espectaculares vistas de las montañas o con una granja que vende salami o queso caseros. Los restaurantes locales se complacen en servir platos regionales como polenta y caza de temporada.

Para emociones más urbanas, la casa está a sólo 25 minutos del centro de Lugano y todas sus atracciones. Hay mucho que ver, como el MASI, el Museo de Arte de la Suiza Italiana. Hay muchos restaurantes y cafés deliciosos donde disfrutar de lo mejor de las cocinas italiana y suiza.

El aeropuerto internacional más cercano está en Italia: Milán Malpensa, a 1 hora y 20 minutos en coche.