Casa tranquila y acogedora rodeada de naturaleza con una fantástica vista panorámica sobre el vasto paisaje y el Océano Atlántico en el horizonte.

Casa amueblada con mucho gusto en un lugar muy tranquilo al pie de bosques de alcornoques. Fantástica vista panorámica sobre el vasto paisaje y el Océano Atlántico en el horizonte. Dado que la casa se encuentra en plena naturaleza, se recomienda llegar en coche. Así, también se puede llegar en 10 minutos a las hermosas playas Praia dos Buizinhos y Praia da Ilha do Pessegueiro. Los propietarios, que hablan alemán, viven a unos 50 metros en la misma propiedad. ¡Siempre están dispuestos a ayudar a los huéspedes con cualquier información o consejo sobre las atracciones locales o services.

La casa tiene un gran salón con chimenea y acogedora zona de estar, una cocina abierta con lavadora y todo lo necesario para almacenar sus alimentos y preparar sus comidas, dos dormitorios, uno con una cama doble y otra con 2 camas individuales, un baño con ducha, galería con espacio para dormir para 1 niño, dos grandes terrazas (este + oeste), y una zona de barbacoa perfecta para compartir grandes momentos en familia, con amigos o por ti mismo! La propiedad es ideal tanto para relajarse y explorar, proporcionando lo mejor de ambos mundos.

Situado en medio de una reserva natural que se extiende a lo largo de toda la costa suroeste portuguesa, el pequeño pueblo de pescadores de Porto Covo pertenece al municipio de Sines en el Alentejo Litoral. Y el paisaje alentejano demuestra que aún existe la armonía entre la naturaleza y el hombre. Entre los colores resplandecientes de la primavera y los tonos ocres del otoño, destacan las casas de un blanco brillante, con sus puertas y ventanas enmarcadas en azul o amarillo. En la inmensidad se alzan pueblos centenarios, ocultos tras sus murallas, esperando a ser explorados por usted. La tranquilidad del entorno lo convierte en un lugar perfecto para desconectar y volver a conectar con la naturaleza.

Porto Covo, con su casco antiguo, el pequeño puerto y las numerosas playitas, es especialmente popular entre los bañistas durante la temporada alta de vacaciones. Con la Ilha do Pessegueiro al sur y las olas entre tierra firme y la isla, Porto Covo también tiene mucho que ofrecer a los aficionados a los deportes acuáticos. Los visitantes pueden probar el surf, el kayak o incluso el windsurf en las prístinas aguas.

Además de los pocos lugares que están directamente en el mar y tienen una playa con paseo marítimo, chiringuitos, socorristas y sombrillas, hay kilómetros y kilómetros de playas de arena que dan la impresión de que ningún hombre ha estado nunca allí. Desde la autopista, la IC 4, que va de Sines a Lagos, salen pequeños caminos de grava hacia el mar. Si sigue estos caminos, llegará a solitarias calas de arena sin un alma, incluso en pleno verano. Es una auténtica escapada del bullicio, que ofrece la oportunidad de disfrutar de una naturaleza virgen.