Cabañas en Toledo

¿Buscas conocer un lugar con historia? ¿Te apetece pasar unos días en una ciudad impresionante? Holidu te propone alojarte en una cabaña en Toledo. Conoce lo que ofrece esta magnífica ciudad de Castilla-La Mancha. Alójate en el centro de la ciudad, muy cerca de la Catedral, o disfruta de la tranquilidad de las afueras. Recorre las calles empedradas y admira los diferentes estilos arquitectónicos de este crisol de culturas, declarado Patrimonio de la Humanidad. Alquila una coqueta cabaña en Toledo, descubre su casco histórico y haz excursiones a los pueblos con encanto de los alrededores, como Cobisa o Burguillos de Toledo. ¡No te arrepentirás!

Holidu te invita a alquilar una de las maravillosas cabañas en Toledo que pone a tu disposición. Esta es la manera más económica de alojarte en esta gran ciudad turística. Podrás pasar unos días con la familia entera o con amigos, ya que encontrarás espacios con 4, 10 y hasta 14 plazas. Las cabañas son acogedoras, limpias y tienen todo el equipamiento necesario para una estancia cómoda, como cocina o aparcamientos, e incluso en algunas encontrarás piscina y jardín. Reúne a los tuyos y comenzar a planear una escapada para desconectar de todo, en una cabaña en Toledo.

Toledo es una de las localidades más interesantes de España. Es conocida como la Ciudad de las Tres Culturas, ya que allí convivieron en cierta armonía y durante siglos cristianos, judíos y musulmanes. Esto ha creado un paisaje urbano digno de admiración. Podrás ver una muestra de cada estilo recorriendo las calles. Alquila una cabaña en Toledo, y no te pierdas el Monasterio de San Juan de los Reyes, la Sinagoga de Santa María la Blanca o la Mezquita del Cristo de la Luz.

Alojarte en una cabaña en Toledo es el sueño de muchos aficionados a la gastronomía. Lo cierto es que Toledo tiene una gran tradición culinaria, producto de su enorme mezcla de culturas. Así, podrás encontrar menús al alcance de todos los públicos, desde la cocina tradicional hasta la cocina con Estrella Michelín. Prueba alguno de sus platos más típicos, como las carcamusas o el cochifrito, y no te olvides de sus vinos con Denominación de Origen y de los dulces mazapanes.

La Catedral de Santa María, también llamada Catedral Primada de España, es una de las catedrales más impresionantes del mundo y uno de los lugares más bonitos de Toledo. En el interior encontrarás la impresionante Capilla Mayor y su retablo, la Sala Capitular, la Capilla Mozárabe y unas vidrieras de infarto entre otros.

El Alcázar, una fortaleza medieval situada en la parte más alta de la ciudad, es uno de los lugares emblemáticos que ver en Toledo. Hoy en día alberga en su interior el Museo del Ejército, con armaduras, uniformes de guerra y miniaturas. Pero si lo prefieres, basta con que admires el edificio en sí mismo o entres en la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

Este mirador es, sin duda, el lugar con las mejores panorámicas de la ciudad. Puedes llegar haciendo una ruta encantadora o en coche. Para completar la experiencia del mirador te recomendamos subir hasta la Piedra del Rey Moro, desde la que tendrás unas vistas todavía más impresionantes de la ciudad y de todo el entorno.

En cualquier bar o restaurante de la ciudad podrás probar una gran cantidad de platos típicos de la zona en forma de tapas. Esta es la mejor manera de probar de todo un poco. Si preguntas a los toledanos dónde ir a por unas raciones, te dirán que al Bar Ludeña, al que se le atribuye haber creado las carcamusas.

Esta imponente puerta era la entrada principal a la ciudad de Toledo y, como tal, no te dejará indiferente. Esta puerta monumental de origen musulmán fue totalmente remodelada bajo los reinados de Carlos V y Felipe II. Por eso, ahora la fachada está decorada con un escudo de la “Ciudad Imperial” y en la parte superior lo coronan dos torres.

Visitar una ciudad con tanto que ver y recorrer como Toledo puede ser difícil para los niños. Por eso, siempre puedes contar con transportes de ocio como el Bus o el Tren Turístico, que empiezan sus recorridos en las cercanías de la Plaza de Zocodover. Además, los peques disfrutarán de la experiencia de Puy du Fou, un increíble parque de recreación histórica.

El Puente de Alcántara es el puente más bello de la ciudad y también el más viejo, ya que en tiempo de los romanos ya existía allí uno. De hecho, todavía se conserva en un extremo un pequeño templo romano. El otro puente que no puedes perderte es el de San Martín, en el otro extremo de la ciudad.