Escapada de fin de semana a Formentera

¿Por qué elegir un alojamiento con encanto en Formentera?

La elección del alojamiento para tus vacaciones en pareja, en grupo o en familia puede transformar por completo tu experiencia en la isla. Optar por alguna de las villas en Formentera que Holidu te ofrece y que se esconden entre pinos y sabinas, significa conocer y sentir la verdadera esencia de este fascinante lugar. Despertarse con el sonido del mar de fondo, desayunar en un patio exclusivo o terraza privada mientras el sol comienza a calentar el lugar, o disfrutar de una cena al aire libre bajo un manto de estrellas son momentos que convierten un simple alojamiento en un refugio perfecto para desconectar. Los alquileres vacacionales en Formentera te ofrecerán la posibilidad de establecer tus propias rutinas, de regresar de un baño en la playa y recostarte al sol en tu terraza, mientras que los hostales en Formentera, en cambio, son ideales para aquellos que viajan con un presupuesto más limitado pero que no desean perderse el atractivo de la isla. Los apartahoteles en Formentera, por otra parte, ofrecen la independencia de un apartamento y los servicios propios de un hotel. Si tu objetivo es encontrar una solución intermedia y cómoda, puedes disfrutar de comodidades adicionales mientras te sientes como en casa.

¿Qué se puede hacer durante una escapada de fin de semana a Formentera?

A pesar de que dos días pueden parecer un periodo demasiado corto, la magia de Formentera radica en que, gracias a su reducido tamaño, podrás vivir experiencias intensas y memorables sin tener que moverte demasiado. Puedes dedicar una jornada a explorar las playas del norte, desde Ses Illetes hasta Llevant, donde la arena blanca y el agua cristalina crean postales difíciles de olvidar, y otra a descubrir la zona sur, con el Faro de La Mola y sus acantilados sobrecogedores. Alquilar una bicicleta para recorrer los caminos que atraviesan la isla es casi una obligación, igual que dejarse caer por el mercadillo de Sant Ferran al atardecer o disfrutar de un fresco en alguno de los chiringuitos con los pies enterrados en la arena.