Casas rurales en Marín

No hay nada como una escapada de fin de semana rodeado de preciosos paisajes para desconectar y volver a casa con las pilas cargadas. Entra en Holidu y elige entre numerosas casas rurales en Marín para venir a disfrutar de unos días de completo relax. La mayoría de ellas situadas muy cerca de la Ría de Pontevedra pero en plena naturaleza. No obstante, si ninguna te convence, también encontrarás algunas opciones en las cercanas poblaciones de Poyo, Vilaboa o Moaña.

Las casas rurales de Marín conservan en su mayoría la esencia arquitectónica de la zona, lo que les confiere mucho encanto. Con fachadas de piedra, cubiertas de teja árabe y puertas y ventanas de madera. Ideales tanto para parejas como para familias y grupos de amigos, ya que es posible encontrar alquileres con capacidad desde 2 hasta 14 plazas. Y si tu perro viene con vosotros, no te costará nada encontrar una vivienda apta para mascotas. Todas ellas perfectamente equipadas con las comodidades más modernas, como televisión, aire acondicionado e Internet, y la mayoría con aparcamiento, barbacoa y jardín para disfrutar del buen tiempo. Pero además, algunas incluso disponen de piscina privada y jacuzzi. ¿A qué esperas para reservar tu casa rural en Marín?

No cabe duda de que el principal reclamo de Marín son sus maravillosas playas ubicadas en la Ría de Pontevedra. La mayor parte de ellas galardonadas con Bandera Azul. Su finísima arena blanca y sus aguas cristalinas nada tienen que envidiar a otras más conocidas. Además, se encuentra rodeada de exuberante vegetación y el camino hasta ellas ofrece unas vistas impresionantes. ¡Reserva una casa rural en Marín y ven a disfrutar de este pequeño trocito de paraíso en tus próximas vacaciones!

El casco antiguo de Marín sigue conservando su esencia medieval, lo que la convierte en un destino muy especial para una escapada de fin de semana. Sus pintorescas casitas de pescadores, sus mansiones señoriales, la Plaza del Réloj, la Plaza de la Veiguiña, la Alameda “Rosalía de Castro” y el Parque de Briz son sitios ideales para desconectar y olvidarse del agitado ritmo de la vida urbana. A lo que hay que sumar sus idílicas playas naturales. Por eso, si tu cuerpo y tu mente te están pidiendo a gritos un descanso, no dudes en reservar una casa rural en Marín.

También conocido como Granja de Briz, el Parque de Briz es uno de los lugares más bellos de Marín, contando con una extensión de 23.000 metros cuadrados. Con su Parque de los Sentidos y sus esculturas de personajes y animales fabricadas en madera, la mayor parte de ellas hechas por el escultor Marcos Mariño.

Aunque en Galicia existen numerosas muestras significativas de petroglifos, los de Mogor son los más analizados de toda la región. Podrás ver una amplia variedad de grabados con combinaciones de círculos, algunas veces con líneas curvas y cazoletas en medio. Además, muy cerca se encuentra el Centro Arqueológico de los Petroglifos.

Edificado en el siglo XIX por el corsario Juan Gago de Mendoza, que se encargaba de proteger la Ría de Pontevedra y liberó a la localidad de las tropas de Napoleón. El pazo contaba con muralla, foso y muelle propio. Posteriormente se convertiría en una fábrica de salazón, un astillero y la sede del Club del Mar, pero la vivienda permanece intacta.

Otro de los grandes atractivos de Marín son las rutas de senderismo. Si te gusta caminar, no puedes perderte la Ruta Circular de los Cinco Miradores. Un precioso recorrido de unos 10 km que pasa tanto por la costa como por el monte y que ofrece unas vistas realmente increíbles de la ría y del casco urbano.

El Monte Penizas también ofrece una maravillosa ruta de 6,5 km de recorrido lineal muy bien señalizada. Ideal para aquellos que se encuentran en forma y a los que les gustan los retos, ya que, aunque es de dificultad media, la pendiente para llegar a la cumbre es pronunciada. El punto de partida es el Lavadero del río Lameira.

La diminuta Illa de Tambo una de las islas más desconocidas de Galicia. Se sitúa enfrente de Marín y alberga una gran cantidad de anécdotas históricas en su pequeña superficie. Fue refugio de monjes y ermitaños durante la época medieval, saqueada por el mismo Francis Drake a finales del siglo XVI y baluarte sanitario tres siglos después.

Compartido con la localidad de Vilaboa y muy próximo al Mirador de Cotorredondo se ubica uno de los parajes naturales más hermosos y visitados de Marín, el Lago Castiñeiras. Hábitat de numerosas aves y peces, y con un magnífico merendero. Una zona ideal para disfrutar de una agradable jornada al aire libre en contacto con la naturaleza.