Hostales y B&B en Pamplona

Los B&B y hostales de Pamplona son una maravillosa opción de alojamiento para viajeros que disponen de un presupuesto muy marcado pero que no están dispuestos a renunciar a la comodidad. En Holidu encontrarás varios establecimientos de este tipo, situados principalmente a las afueras. Algunas opciones en el barrio de Iturrama, muy cerca del Parque Yamaguchi y de la Ciudadela, y a un corto paseo del centro histórico. Y otras incluso en medio de la naturaleza, ideales para aquellos que busquen tranquilidad absoluta. ¡No esperes más para reservar tu B&B en Pamplona!

Los B&B y hostales de Pamplona están situados en su mayoría en casas de gran tamaño, formadas por varios dormitorios dobles y zonas compartidas como salón, cocina o jardín para relajarse y tomar el sol. Algunos incluso con piscina donde poder darse un refrescante chapuzón en los días más calurosos del verano. Los interiores son muy acogedores, decorados con un estilo muy moderno, muy luminosos y completamente equipados para garantizar a sus huéspedes una estancia de lo más confortable. Con sistemas de calefacción, televisión y WiFi, entre otros. ¿A qué estás esperando para reservar tu hostal en Pamplona?

Pamplona es una ciudad rica en arte, monumentos y lugares de interés que han sido testigos del esplendoroso pasado de la ciudad. Si disfrutas haciendo visitas culturales y tienes pensado estar en ella unos días, no puedes perderte las iglesias de San Nicolás y San Saturnino, el Ayuntamiento, el Palacio de Navarra y la Ciudadela. Concentrados principalmente en el casco antiguo. ¡Reserva un hostal en el centro de Pamplona y los tendrás todos muy cerca!

Ninguna visita a Pamplona está completa sin un ruta gastronómica. Y es que la capital de Navarra es un sitio perfecto para salir de pinchos y cervezas. Las mejores tabernas las encontrarás en las calles San Nicolás y Estafeta, ambas dentro del centro peatonal. En esta zona, la gente inunda las calles y un aroma que alimenta sale de cada uno de sus establecimientos. Sin duda, una forma muy interesante de comprobar con nuestro propio paladar cómo esta ciudad ha ido ganando merecida fama como destino gastronómico de primera. ¡Reserva ya tu B&B en Pamplona para venir a disfrutarlo!

Las murallas abaluartadas de Pamplona se extienden a lo largo de 5 km. Estos muros impenetrables han ido creciendo y evolucionando de manera paralela a la ciudad. No dejes pasar la oportunidad de recorrer sus bastiones, fuertes y baluartes mientras te deleitas con las espectaculares vistas del casco urbano y de su entorno hasta llegar a la Ciudadela.

La Plaza del Castillo es el centro neurálgico y espacio de recreo por excelencia de Pamplona, donde convergen todas las calles. Una bellísima plaza porticada, rodeada de bellísimos edificios del siglo XVIII y con un encantador kiosko central. A lo que se suma el ambiente de los bares y restaurantes que la inundan.

El casco antiguo de Pamplona sorprende tanto por sus dimensiones como por su belleza y por su animado ambiente. Te recomendamos pasear por sus calles sin rumbo fijo sobre todo al atardecer, cuando los últimos rayos del sol se filtran entre los edificios y nos dejan algunas de las postales más hermosas de la zona.

El Fuerte de San Cristóbal fue una cárcel durante la Guerra Civil, de la que se escaparon más de 700 presos republicanos en 1938. Aunque, lamentablemente, la mayoría no tuvieron un final feliz. La atmósfera de este lugar produce cierto desasosiego, pero su situación sobre el Monte Ezcaba ofrece una panorámica incomparable de Pamplona.

En los alrededores de Pamplona encontramos bosques protegidos y muy bien conservados como el Valle de Ultzama, ubicado a pocos kilómetros de la capital. Un verdadero paraíso para los aficionados a la micología, tanto dentro de Navarra como de toda la Península. Sus exuberantes bosques y extensas praderas invitan a perderse.

Se trata de uno de los parques más originales no solo de Pamplona, sino de toda España. Y se cuenta con una curiosa historia a sus espaldas, construida de forma expresa por qué la ciudad está hermanada con la de Yamaguchi en Japón. Un parque de inspiración completamente oriental que además acoge el Planetario.

Hemingway era un enamorado de Pamplona, ciudad que visitó hasta en nueve ocasiones. Disfrutaba de la comida, la bebida, la alegría, las corridas de toros y los famosos Sanfermines que se popularizaron a nivel mundial. Aquellos turistas que viajan tras las huellas del Premio Nobel buscando los lugares en los que estuvo pueden seguir la ruta turística que le rinde homenaje.