- Legalidad y tipos: Alquiler vacacional y de temporada tienen requisitos específicos según la LAU.
- Alquiler de temporada: Estancias largas (más de dos meses), sin servicios adicionales, para trabajadores y estudiantes.
- Alquiler vacacional: Estancias cortas (hasta un mes), incluye servicios como limpieza, gestionado por plataformas como Airbnb.
- Diferencias clave: Temporada requiere contrato formal y es flexible en precios; vacacional es por noches, con más servicios y puede no necesitar contrato.
¿Alquiler vacacional o de temporada? Conoce las diferencias
Te contamos los detalles de estos dos tipos de alquileres vacacionales para que elijas la modalidad que te interese más. Obtén con Holidu el máximo rendimiento de tu inmueble.
Septiembre 2024
Empecemos por lo más básico; las nuevas leyes en materia de alquiler obligan a muchos anfitriones y propietarios a elegir entre el alquiler vacacional y el alquiler de temporada si quieren sacarle rendimiento económico a sus viviendas vacacionales. Son dos tipos de alquiler especialmente flexibles, diseñados para propietarios que no están interesados en el alquiler tradicional, pero que sí pretenden obtener algún rédito en temporadas concretas o fechas especiales. Te contamos más sobre estos dos modelos que contempla la ley de arrendamientos turísticos.
Varios factores a tener en cuenta al alquilar tu piso de vacaciones
La gran pregunta para los propietarios es la siguiente; ¿qué modelo es mejor, se adecúa más a mis posibilidades y me permite obtener mayores beneficios? Al fin y al cabo, el objetivo final es consolidar el negocio y mantener una regularidad.
Ocurre que entran en juego muchos factores a la hora de elegir si designar nuestro negocio como alquiler vacacional o como alquiler de temporada: el modelo de alquiler qué desees y tu capacidad de inversión, tu disponibilidad a la hora de gestionarlo todo, las dimensiones del inmueble o inmuebles, el lugar exacto donde se ubica mismo, tus aspiraciones económicas, la normativa vigente, etc. Entonces, ¿qué escoger?, ¿alquiler de temporada o turístico?
El primer paso, no obstante, es obvio: tipificar nuestra vivienda de alquiler en consonancia con la legalidad vigente. Para ello, debes estar al día sobre la LAU (Ley de Arrendamiento Urbanos, que es la ley que regula el alquiler de temporada) y del BOE. Pero, ten en cuenta que, dependiendo de tu ubicación, la potestad final puede estar en manos de la comunidad autónoma o bien del ayuntamiento o cabildo en cuestión, ya que algunas comunidades delegaron en la administración local las competencias del alquiler vacacional. Si, por el contrario, todo esto te abruma, te puedes plantear contratar los servicios de un asesor profesional en materia de viviendas. La legalidad es sumamente importante.
Definición del alquiler de temporada
Vamos a empezar desgranando qué es un arrendamiento de temporada, porque conociendo su definición nos será más fácil distinguirlo del alquiler vacacional, que viene después. La LAU es clara al respecto: el alquiler de temporada está diseñado para un uso distinto al de la vivienda convencional. ¿Y cuándo se da este caso? En palabras literales: Se considera arrendamiento para uso distinto del de vivienda aquel arrendamiento que, recayendo sobre una edificación, tenga como destino primordial uno distinto del uso para vivienda habitual. Es decir, que no debe ser la vivienda habitual del arrendatario.
Si lo traducimos al lenguaje llano, hablamos de casas o pisos que se alquilan para estancias considerables, superiores a las de un alquiler vacacional: se trata de alquileres por encima de los dos meses y que pueden llegar hasta el año. Y, ¿cuál es el tipo de huésped que suele alojarse en el alquiler de temporada o, en palabras técnicas, el target de este tipo de alquiler? Pues, claramente, hablamos de trabajadores que pasan una temporada en una ubicación determinada (profesores, funcionarios, profesionales de la cultura, etc.), familias o particulares que quieren pasar la temporada de invierno o verano en una localidad concreta o, sencillamente, estudiantes que necesitan vivir varios meses en la ciudad donde cursan sus estudios. A este tipo de inquilino de temporada algunos anfitriones lo llaman huésped de larga estancia.
Características básicas del alquiler turístico o vacacional
¿Cuánto tiempo se considera alquiler vacacional? Ante todo, conviene dejar bien claro lo que se considera alquiler turístico o vacacional, pues actualmente hay cierta confusión con este tema y conviene diferenciarlo bien del alquiler de larga estancia. La LAU dice al respecto: Cesión temporal del uso de la totalidad de una vivienda amueblada y equipada en condiciones de uso inmediato, comercializada o promocionada en canales de oferta turística o por cualquier otro modo de comercialización, y realizada con finalidad lucrativa, cuando esté sometida a un régimen específico, derivado de su normativa sectorial turística.
Como es obvio, todo cambia en este tipo de alquiler. Para empezar, se trata de un alquiler más ocasional, cuya estancia suele ser corta o no llegar al mes; incluso puede ser hasta de una o dos noches. Además, es un tipo de alquiler que suele delegarse en compañías especializadas como Holidu, Booking o Airbnb, por citar algunas de las más reconocidas páginas web de alquiler vacacional.
Otras de las características de este tipo de alquileres es que ofrecen diferentes servicios a los huéspedes: desde experiencias turísticas o comidas, hasta lavandería, tintorería o, como es lógico, la limpieza del inmueble.
Con todo ello, el alquiler vacacional realmente depende de la legislación de cada comunidad autónoma; hay sutiles diferencias entre unas y otras, dependiendo de las políticas que planteen. En algunas son más rígidas y en otras más flexibles; en cualquier caso, hay que poner la lupa en lo que dictamina la ley.
Principales diferencias entre alquiler turístico y de temporada
Empecemos por lo más básico: en el alquiler de temporada el contrato va a ser fundamental. Tendrás que ponerte de acuerdo con los inquilinos sobre las condiciones del mismo.
Normalmente, se redacta un contrato estándar, pero puede estar sujeto a variaciones según las necesidades de ambas partes. El alquiler vacacional, en la mayoría de los casos, también implica un pequeño contrato (bastante diferente), pero, ojo, porque en algunas comunidades autónomas ni siquiera es obligatorio.
En el alquiler de temporada el inmueble se suele ceder para su uso completo, pero está exento de otro tipo de servicios como la limpieza, la lavandería, los desayunos o comidas, etc. El alquiler vacacional, en cambio, puede ofrecer cualquiera de estos servicios, y mucho más, dependiendo de la imaginación del arrendatario. En algunos supuestos, también se puede alquilar únicamente las habitaciones, sin disponer de zonas comunes.
Y en cuanto a los precios, el alquiler vacacional lo tiene prefijado por noches o por días (dependiendo de la estación del año y la temporada, claro). Por el contrario, el alquiler de temporada es más flexible y depende mayormente del acuerdo al que lleguen las dos partes: anfitriones y huéspedes. Estos precios suelen ser más económicos a medida que la estancia sea más larga.
En cualquiera de los casos, alquilar un piso o una casa de vacaciones ofrece más espacio, privacidad y flexibilidad en comparación con un hotel, que suele ser más rígido en su funcionamiento. Podrás disponer de tu propia cocina, salón y, a menudo, de varias habitaciones, lo que hace del alquiler turístico un modelo ideal para familias o grupos. Además, se disfruta de una experiencia más auténtica en un entorno local, a ras de calle.
Ahora que ya conoces las diferencias entre alquiler vacacional y de temporada, recuerda que en Holidu puedes encontrar las mejores opciones de alquiler vacacional sencillamente haciendo una criba en el buscador. Y, si eres propietario, podrás encontrar consejos y recomendaciones para tener tu inmueble a punto y en las mejores condiciones para tus huéspedes.
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